ORAR POR UNA PERSONA DIFICIL
Santiago 5:16 “…oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz”
Los creyentes que realmente oran por otras personas, se convierten en personas misericordiosas y más sensibles hacia las necesidades de otras personas.
No es fácil orar por personas que nos han causado daño, dolor, o que son injustas con otros seres humanos.
Qué hacer? Empecemos diariamente a hacer oraciones sencillas y cortas por esas personas, como por ejemplo:
Padre Celestial, perdono el daño que me hizo esa persona, te pido que la bendigas, bendice su familia, ten misericordia de ella y guárdala en todo. Amén.
El éxito está en perseverar en esa oración, y cuando va pasando el tiempo, vamos a notar que algo comienza a suceder en nuestro interior, el dolor empieza a desaparecer, y comenzamos a tener una actitud diferente frente a lo sucedido, y todo esto empiezan, cuando oramos por otros.
La oración es un bálsamo que lubrica nuestros corazones de resentimientos, rechazos, raíces de amargura, nos lleva a perdonar a los que nos han ofendido
Así podemos orar por nuestros enemigos y bendecirlos, y trae la bondad de nuestro Creador a nuestras vidas, porque la oración trae vida, trae consuelo, aliento y esperanza y aprendemos a amar a los demás, en el secreto de nuestras oraciones.
¿A qué persona tu no soportas? Comienza a orar y a bendecirla todos los días, y vas a notar que tu vida interior cambiará, experimentarás que nace amor y aceptación en tú corazón por esa persona y podrás verla como la ve el Padre Celestial.
Pastor Ricardo Chaparro