OBSTACULO CASI IMPOSIBLE DE PASAR

Nehemías 4:10 Pero la gente de Judá dijo: «Los trabajadores se están cansando y hay demasiados escombros en el camino. Nunca seremos capaces de reconstruir la muralla nosotros solos». (PDT)

Solo los perdedores contemplan la posibilidad de la derrota, antes de intentarlo.

El capital del ejército chileno Alberto Larraguibel Morales, tuvo destacados triunfos en la equitación, siendo el más recordado el récord mundial de salto alto, que batió en Viña del Maren 1949junto a su caballo “Huaso”al saltar 2,47 metros. Después de muchos intentos, este récord aún no ha sido batido. Este es el salto en caballo más espectacular que se tenga registro en la historia.

Lo maravilloso de esa historia, es que el jinete había intentado varias veces pasar el obstáculo de 2,47 metros y no lo había logrado; el capitán Larraguibel no se desanimó, no se concentro en ver la altura del obstáculo, sino que mantuvo su actitud de persistencia y fe, que lo llevaron a la victoria.

Al final le preguntaron al capital Larraguibel cómo lo había logrado. Este dijo: lo único que hice fue acariciar y hablarle a mi caballo de lo que podía hacer. El capitán le dio confianza y animo.

Este hecho histórico me lleva a otro “capitán” pero del ejército de Dios, su nombre es Nehemías. Cuando Nehemías tuvo que enfrentar un gran obstáculo en la construcción de las murallas caídas de Jerusalén, sus enemigos lo amenazaron con un ataque armado y violencia física, buscando detenerlos en la construcción de las murallas.

¿Cómo reaccionó Nehemías? Nehemías no se concentró en las amenazas, no se concentró en lo que los enemigos le decían: “No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra”

Nehemías puso su mirada en la grandeza de Dios, en las proezas que él había hecho con su pueblo y les dijo a sus compañeros de construcción: «No tengan miedo. Recuerden que Dios es poderoso, y que ante él todos tiemblan. ¡Luchen por sus compatriotas, sus hijos, hijas, esposas y hogares!»

Nehemías les dio palabras de ánimo, confianza y seguridad en el Dios de Israel, así se llenaron de valor y lograron terminar la construcción.

Los peores obstáculos de nuestra vida están en nuestra mente, en nuestra incapacidad de no creer en la ayuda de Dios, que con nuestro esfuerzo, disciplina y dedicación, lograremos sobre pasar los obstáculos más grandes que se nos presenten. Si en el primer intento  no lo logramos, levantémonos con fe y perseveremos hasta lograrlo, porque la recompensa a nuestra dedicación llegará, pero no hagamos como los perdedores, que solo ellos contemplan la posibilidad de la derrota, antes de intentarlo. Intentémoslo una y otra vez, una y otra vez.

¿Qué obstáculo mental te tiene frenado? Dios te susurra a tu oído: yo estoy contigo, yo te ayudo. (Isaías 41:10). Salta ese obstáculo mental, porque Dios te dio los medios para hacerlo, avanza y camina hacia tu objetivo, paso a paso llegarás a la meta.