NO ES POR VISTA, ES POR FE
Génesis 18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
“Solo los perdedores deciden claudicar ante lo imposible, porque no creen en lo posible”.
Abraham el patriarca de Israel, se enfrentó a algo imposible para él, ¿cómo lo resolvió?
Cuando Abram tenía noventa y nueve años, aun no había tenido hijos, su esposa Sarah era estéril y el Señor se le apareció y le dijo: Yo soy el Dios todopoderoso; vive una vida sin tacha delante de mí, y yo haré una alianza contigo: haré que tengas muchísimos descendientes.
Entonces Abram se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, mientras Dios seguía diciéndole: —Ésta es la alianza que hago contigo: Tú serás el padre de muchas naciones, y ya no vas a llamarte Abram. Desde ahora te llamarás Abraham, porque te voy a hacer padre de muchas naciones. Haré que tus descendientes sean muy numerosos; de ti saldrán reyes y naciones. La alianza que hago contigo, y que haré con todos tus descendientes en el futuro, es que yo seré siempre tu Dios y el Dios de ellos. A ti y a ellos les daré toda la tierra de Canaán, donde ahora vives, como su herencia para siempre; y yo seré su Dios.
—Tu esposa Sarai ya no se va a llamar así. De ahora en adelante se llamará Sarah. La voy a bendecir, y te daré un hijo por medio de ella. Sí, voy a bendecirla. Ella será la madre de muchas naciones, y sus descendientes serán reyes de pueblos.
Cuando el Dios de Israel le habló a Abraham, él se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y se rió, mientras se preguntaba: « ¿Acaso un hombre de cien años puede ser padre? ¿Y acaso Sara va a tener un hijo a los noventa años?
Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara no estaba ya en edad de tener hijos, así que ella se rió y dijo entre dientes: «Eso sería muy bonito, pero mi esposo y yo estamos muy viejos para tener un hijo».
Meditaba sobre esta historia y el Señor llamaba mi atención en el sentido de que a muchas personas les ha sucedido algo parecido. Ellos llevan años y años esperando que las cosas cambien para bien, que la respuesta a nuestras oraciones de años por un familiar llegue, que la promesa que Dios me dio se cumpla rápidamente, que ese milagro que tanto he deseado lo pueda ver en la realidad y ante eso, ¿cuál debe ser nuestra actitud?.
Confiar y esperar, confiar y esperar porque está escrito: Yo no dejo avergonzado a ninguno que confíe en mí, dice el Dios de Israel. Dios cumplirá lo que se ha propuesto con nuestras vidas.
En el año 1990 un profeta me dijo: aprenda inglés que Dios lo va a sacar de Colombia y mi primera reacción fue: cómo me va a sacar Dios de mi país, sino tengo dinero, cómo puede suceder eso. Razoné la profecía por años, pero Dios la cumplió en el año 2003, trece años después y salimos de Colombia para los Estados Unidos a pastorear una iglesia hispana.
¡Dios cumplirá sus promesas contigo, porque él cumple su Palabra!