LA CAÍDA DE UN PRESIDENTE
La historia del rey Salomón me recuerda la caída de varios líderes espirituales que he conocido a través de 38 años en mi vida como creyente. Eran personas que amaban al Padre Celestial, pero un día sus corazones se desviaron tras el amor hacia otra mujer que no era su esposa(o), u otro pecado los atrapo en sus tentáculos, y al final perdieron la comunión espiritual con el Padre, y consecuencias devastadoras vinieron a sus vidas.
Algunos de ellos ya no están en el Ministerio, se divorciaron, ya no viven con sus hijos sino con otros; otros se apartaron totalmente de los caminos del Padre y nunca han regresado, otros cayeron en vicios, resentimientos profundos e inmoralidad.
Leamos en la Biblia cómo Salomón Rey de Israel sobrepasó a todos los reyes de la tierra en riqueza y sabiduría y cómo todos los reyes de la tierra buscaban la presencia del este rey, para recibir consejo y oír la sabiduría que el Padre Celestial había puesto en su corazón. Era un hombre admirado por todos, y él seria hoy lo que llamamos el Presidente de una nación.
Pero Salomón de estar en la gloria personal y espiritual, terminó un día apartándose de su creador, dejandose llevar por las pasiones carnales con mujeres, que terminaron desviando su corazón y lo llevaron a adorar falsos dioses.
Pero, ¿Por qué el Rey Salomón a pesar de haber sido el hombre más sabio, terminó en esa condicion de decaimiento espiritual? Salomón abrió una puerta que le causó su ruina, y la llama “desobediencia a sus mandamiento”. Cuáles mandamientos desobedecio Salomón?
En Deuteronomio – Devarim capitulo 17 versos 16 y 17 leemos que a todo Rey de Israel se le ordenaba claramente lo que deberia hacer:
El rey que haya sido nombrado no deberá comprar grandes cantidades de caballos, ni mucho menos ir a conseguirlos en Egipto, porque Elohim nos prohibió volver a ese país. Tampoco deberá tener muchas esposas, porque ellas podrían llevarlo a desobedecer a Elohim. Por último, ese rey tampoco deberá acumular mucho oro y plata..
Aquí tres cosas se le habian ordenado al Rey que gobernara Israel:
No comprar muchos caballos
No tomar muchas mujeres
No adquirir excesivas cantidades de plata y oro.
pero Salomón no obedeció estos mandamientos. Dicen las Escrituras que “Salomón reunió carros y hombres de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros y doce mil hombres de a caballo, y además el rey hizo la plata tan común en Jerusalén como las piedras y los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Coa. Además Salomón amó a muchas mujeres extranjeras de las naciones acerca de las cuales su Creador le había dicho que no se uniera a ellas, porque desviarán su corazón tras sus dioses. Pero Salomón se apegó a ellas con amor. Y tuvo setecientas mujeres que eran princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón (1 Reyes 10:26-28 y 11:1-3).
Pero, por qué no tener muchos caballos? porque los caballos eran la confianza de triunfo en los Egipcios, y Salomón deberia confiar sólo en su creador para ganar las batallas. y Por qué no tener mucho oro y plata? porque el amor al dinero es la raiz de todos los males, nos lleva a la vanagloria, a la autosuficiencia, a confiar demedidamente en nosotros y al final olvidarnos de nuestro Padre Celestial.
En la desobediencia a estos tres mandamientos, empezó la caída espiritual del rey Salomón y terminó adorando falsos dioses, y cuál fue la consecuencia de su pecado?
Trajo división a la nación de Israel. Israel estaba conformada por 12 tribus y estas fueron dividas en dos grupos, 10 tribus en el norte de Israel y dos en el sur y después fueron dispersados por todo el mundo, saliron de su tierra y la historia nos muestra toda la persecución que ha tenido el pueblo de Israel por siglos.
¿Qué aprendemos? La desobediencia trae consecuencias, grandes o pequeñas y los mandamientos son dados para bendecirnos, guardarnos, y guiarnos en nuestro diario vivir, son para obedecerlo sin cuestionamientos, porque la obediencia trae bendición.
Los presidentes de las naciones deben aprender a obedecer los mandamientos de las Escrituras, allí está el éxito de un servidor y el cielo lo recompensará.
Pr Ricardo Chaparro
2 Crónicas 7:14