GANESE EL CORAZON DE UN HOMBRE
Ester 2:17 Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.
Los medios de comunicación han enseñado que la mujer tiene su príncipe azul en algún lugar del mundo, y que este llegará algún día a tocar su puerta, pero la realidad es que hay millones de mujeres frustradas porque no lo han visto ni siquiera en sueños. Puede que usted nunca se case con un príncipe, pero lo que sí sabemos es que en la Biblia encontramos una hermosa historia de una bella judía huérfana llamada Ester, quien nunca aspiraba casarse con un rey, pero el destino le tenía una sorpresa.
En esta historia, la esposa del rey Asuero, Vasti, había desobedecido una orden del rey, y este le quitó el trono y se buscó otra mujer que agradara a sus ojos en reemplazo de Vasti. Después de 12 meses hizo traer a varias candidatas a su reino para elegir su futura esposa y reina, y eligió a la bella judía Ester.
¿Qué vio este hombre en esa hermosa judía? ¿Qué debes tener como mujer para ganarte el corazón de tú esposo o de un hombre que puede serlo?
Ester hizo su parte para ganarse el honor de ser elegida por el rey Asuero, cultivando doce hermosas cualidades en su vida.
1. Ester era físicamente hermosa. Ester se mantenía físicamente atractiva. Recuerde que los hombre somos atraídos en primera instancia por lo que vemos y una mujer debe cuidarse en todo: su comida para mantener un peso adecuado, cuidar su aspecto físico: que este bien linda, bien vestida, perfumada, cabello arreglado, que su aspecto físico llame la atención, guardando la moral. Aunque no seas hermosa físicamente, has tu parte en cuidarte.
2. Ester era obediente a su padrastro Mardoqueo. Ester demostró siempre obediencia a su padrastro y la obediencia siempre trae grandes beneficios
3. Ester honraba a su padre. Cuando somos obedientes a nuestros padres, se abren puertas de bendición en todo sentido, porque el quinto mandamiento de la ley de Dios promete que si honramos a nuestros padres, nos irá bien en la vida, y a Ester le fue muy bien.
4. Ester era una mujer de fe, porque si no lo hubiera sido, nunca hubiera aceptado estar dentro de las candidatas a presentarse ante el rey. Creía que podía llegar a ser su esposa. ¿Tu mujer, crees que hay alguien que te está esperando? Si no lo crees, nunca llegará.
5. Ester tenía gracias en su vida, es decir, por su forma de ser, le caía bien a las personas que la veían y eso le abrió puertas para ser elegida como candidata.
6. Ester era una mujer paciente. Estuvo esperando un año para presentarse ante el rey, entendía bien que en Dios todo tiene su tiempo. No se afanó, no se angustió, ni busco cómo acercarse al rey antes de tiempo.
7. Ester había sido bien educada por su padrastro en lo social y en lo espiritual, ello se evidencia por los favores que le otorgaron sus superiores en el palacio. Mujer, capacítese en algo.
8. Ester no era irascible. Ester siempre mantuvo el control de sus emociones, a pesar de las presiones a que fue sometida.
9. Ester era una mujer de oración. Lo vemos cuando Amán quiso exterminar a sus hermanos judíos y ella ayunó durante tres días en unión con todos los demás judíos, para que Dios desbaratara el plan de muerte contra su pueblo, y al final Dios le dio la victoria.
10. Ester tenía compasión. Lo demostró de varias formas pero en especial al sentir tanto dolor de pensar que sus hermanos judíos iban a ser destruidos.
11. Ester tenía tacto para hablar. El tacto es la habilidad que tienen algunas personas para tratar con otras o para llevar un asunto delicado, y así lo hizo cuando Ester habló con el rey Asuero sobre el atentado contra su pueblo.
12. Y Ester renuncio a su propia vida con tal de salvar al pueblo judío de una muerte segura al presentarse ante el rey y pedirle que desbaratara el plan maléfico de Amán contra su pueblo, y por ello la exaltó el rey.
Mujeres casadas o solteras, hagan su parte cultivando estas cualidades en sus vidas, y Dios hará la suya por ustedes, trayéndoles el hombre que él quiere, o aumentando el amor de sus esposos por ustedes.