ESPERA CON CALMA LA RESPUESTA DE DIOS

devocional diario

Salmo 34:4 “Busqué al Señor, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.”

El rey David estaba escondiéndose en el desierto de Judá porque su hijo Absalón se rebeló contra él, y todos los israelitas se habían puesto de parte de Absalón. Ante esa situación, David les dijo a todos los oficiales que estaban con él en Jerusalén: ¡Vámonos de aquí! Tenemos que huir, pues de otro modo no podremos escapar de Absalón. Démonos prisa, no sea que él se nos adelante. Si nos alcanza, nos traerá la ruina y pasará a toda la gente a filo de espada.

David fue un hombre prudente y así lo demostró en esta ocasión. No buscó enfrentarse con su hijo. ¿Qué hizo David ante esa situación tan  grave?

David, subió al monte de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todos los que lo acompañaban se cubrieron la cabeza y subieron llorando. También le informaron a David que Ajitofel, el hombre de toda su confianza, se había unido a la conspiración de Absalón. Entonces David oró: «Señor, haz que fracasen los planes de Ajitofel.»

¿Te están persiguiendo en este momento? ¿Estás pasando por un momento de injusticia? ¿Tu mejor amigo (a) te ha traicionado? ¿Ves que los demás tienen ventaja sobre tu vida? ¿Te han amenazado de muerte?

David estaba pasando uno de los peores momentos de su vida, su hijo Absalón quería derrocarlo y matarlo. El corazón de David estaba destrozado, pero David buscó a Dios en oración y le dijo:

“En ti solamente está acallada mi alma; de ti viene mi salvación. Tú eres solamente mi roca y mi salvación; Eres mi refugio. En ti solamente reposa mi alma, porque de tu eres mi esperanza. Tú eres solamente mi roca y mi salvación. Eres mi refugio. En ti está mi salvación y mi gloria. En ti está mi roca fuerte, y mi refugio y reconfirma: Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”.

Solamente esperaba la ayuda de Dios y al final la recibió, lamentablemente su hijo fue derrotado por el ejército de David y murió.

David dijo en el salmo 34: “Este pobre clamó, y le oyó el Señor, y lo libró de todas sus angustias”. David recibía respuestas a sus oraciones, porque buscaba a Dios de todo corazón.

Confía en este momento en que Dios hará algo grande por ayudarte, El no te dejará avergonzado. Ora a El y espera su mejor respuesta.

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