¿DE QUIEN TEMERE?

Salmo 27:1 “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré?, el Señor es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?”

El más grande escritor de salmos fue el rey David. Escribía con maestría sus experiencias personales de alegrías, tristezas, soledades, persecuciones, noches de insomnio, llanto y otros sentimientos, pero en sus escritos dejaba ver su gran confianza y amor en su Dios, quien le había dado fuerzas para matar a Goliat, osos y leones.

Algo admirable en David era que cuando pasaba por momentos difíciles en su vida, buscó a Dios en oración, se humilló, pidió ayuda, derramó su alma ante él, pidio perdón cuando pecó, declaró victoria contra sus enemigos, pidio justicia del cielo. David aprendió a conocer a Dios en medio de las batallas de la vida.

Hoy es el día de declarar con fe: Señor, tu eres mi luz y mi salvación, tu eres quien me ayuda y me defiende, te amo, tú me das fuerzas. Tú eres para mí roca que me da refugio; tú me cuidas y me libras, me proteges como un escudo, me salvas con tu poder. Tú eres mi más alto escondite. Tú mereces que te alabe porque te llamo y me libras de mis enemigos y de todos mis temores.

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